Oh Dios, que adornaste a la Virgen y Madre María con el singular título del Carmelo: concede propicio que seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.
Texto tomado del Cabildo de Cofradías de Murcia
Fotografía: @turiferario_cof